Todos queremos disponer de una piscina en perfectas condiciones de desinfección y cristalinidad, en la que podernos dar un refrescante baño en cualquier momento del día o de la noche. Tener limpia el agua de nuestra piscina es fundamental para evitarnos problemas de salud. Pero en determinadas ocasiones, si no se lleva a cabo un correcto mantenimiento de la piscina, pueden aparecer problemas de agua verde como consecuencia de la proliferación de algas. Veamos a continuación las posibles causas:
- ■ Poco o nada de cloro en la piscina: El cloro mata las bacterias y las algas. Si hay un nivel insuficiente de cloro, la piscina puede volverse verde. Por eso es imprescindible ajustar los niveles de cloro libre residual para que se mantengan entre 0,5 y 2 ppm durante toda la temporada de baño, de esta manera aseguraremos una cantidad de desinfectante suficiente para que las bacterias y microorganismo que se introduzcan en el agua de la piscina puedan ser destruidos al momento.
- ■ Presencia de cloraminas: Las cloraminas o cloro combinado, son fruto de la reacción del cloro libre con las materias orgánicas. Existen diferentes factores que favorecen su formación como la temperatura del agua y del aire, pH demasiado elevado,… Producen irritación de ojos, de las mucosas y causan el típico “olor a cloro”, y tienen un poder desinfectante muy bajo. Para eliminarlas se recomienda hacer una supercloración en una dosis 10 veces superior a la de las cloraminas.
- ■ Nivel de pH demasiado alto: El pH (potencial de hidrógeno) es una medida de la acidez o la alcalinidad del agua. Cuando el nivel de pH de la piscina es demasiado alto, el cloro se vuelve ineficaz. La solución es analizar el agua con regularidad y equilibrar el pH para ajustarlo a los niveles óptimos entre 7,2 y 7,6. Para realizar el análisis del pH disponemos de varios métodos, como por ejemplo las tiras analíticas AquaCheck o bien mediante un estuche analizador Cloro-pH. También recomendamos utilizar medidores com Blue Connect que envían datos en tiempo real al móvil, además de ofrecer recomendaciones para solucionar este tipo de problemas.
- ■ Insuficiente nivel de ácido cianúrico (CYA): El CYA es la sustancia química que cuando se agrega al agua de la piscina forma un enlace débil con el cloro libre consiguiendo estabilizarlo, de esta manera se reduce la rápida destrucción del cloro provocada por los rayos UV del sol. Es por ello que sobretodo en piscinas desinfectadas mediante equipos de electrólisis salina, se recomienda adicionar a principios de temporada estabilizador de cloro.
- ■ Horas de filtración insuficientes: La filtración, es otra parte del trabajo a realizar para mantener limpia una piscina y además inseparable del tratamiento químico, ya que una sin la otra por si solas no consiguen el fin buscado. La piscina necesita un mínimo de horas de filtración diarias. Una cantidad menor de horas de filtración de la recomendada puede ocasionar la aparición de algas. La circulación del agua de la piscina la mantiene filtrada y limpia, además de ayudar a repartir los productos químicos que se agreguen al agua. Por lo que tendremos que ajustar los tiempos de filtración según la temporada climática y el uso de la piscina. En plena temporada será necesario programar un mínimo de 8 – 10 horas diarias.
Esperamos que estos pequeños apuntes, te ayuden a mantener el agua en perfectas condiciones para el baño. Sin lugar a dudas, la mejor recomendación es realizar un correcto mantenimiento de la piscina, y en la medida de lo posible tratar de automatizar al máximo el cuidado de la piscina, para evitar posteriores tratamientos de choque y mantener la piscina siempre en las mejores condiciones.
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